Calentado motores

Va a ser cierto que nuestro políticos están pensando ya en la celebración de los próximos comicios y las incertidumbres, las vacilaciones, los nervios están a flor de piel. Este fin de semana, PP y PSOE, los dos partidos mayoritarios de nuestro sistema democrático, han colapsado todos los medios de comunicación. Un fin de semana en el que hemos podido observar una intensa actividad en las redes sociales, principalmente en Twitter: videos, imágenes, slides… Dos partidos, aparentemente fortalecidos, que han comenzado su acercamiento a unos ciudadanos hastiados, cansados, aburridos, saturados, decepcionados…

El PSOE ha celebrado en Madrid su Conferencia Política, bajo el lema '¡Conectamos!', a la que han asistido más de un millar de personas entre militantes, simpatizantes y representantes de la sociedad civil, seducidos por la idea de conocer el nuevo proyecto ideológico del partido. Un partido que parece haber recuperado el resuello y sale a la calle con imagen renovada, más informal, y con caras diferentes, que no nuevas, pero que revelan ese cambio.

El PP, por su parte, ha elegido Córdoba para llevar a cabo la XX Interparlamentaria con la cohesión y el reformismo como señas de identidad, garantes de la recuperación económica y social del país. Los populares han querido dejar constancia de su valía como único partido fortalecido en Europa que luchará por los intereses de todos los españoles.

Y como muestra de que las coincidencias tienen poco de casualidad, que son buscadas con mayor o menor intención, dos ex presidentes del gobierno de ambas agrupaciones eligieron el mismo día para presentar sus últimas publicaciones, cargadas de mensajes más que directos para sus sucesores. Felipe González, En busca de respuestas. El liderazgo en tiempos de crisis, no ha dudado en reconocer la crisis de liderazgo de Rubalcaba, mientras que José María Aznar, El compromiso del poder, resalta la importante misión durante su mandato de llevar a España a ‘jugar en primera división’ frente al bajo tono que caracterizó a su sucesor.

Y de todo esto ¿qué percibe el ciudadano? ¿Qué hay de nuestros problemas? ¿Cuánto tiempo va a durar este ánimo entre los dirigentes políticos? ¿Cuántos ‘egos’ henchidos entre este baño de masas? ¿Cuántos derrotados, olvidados, denostados, en silencio? ¿Cuánto de realidad y cuánto de ficción sobre el escenario? Titanes que se enfrentan y que han comenzado a salir a la calle para arañar votos, para hacerse con el tan deseado poder. Aquí no hay ni dioses ni reyes, ni tan siquiera héroes. Hay individuos más o menos progresistas y conservadores, pero todos anhelantes de poder, que protagonizarán sus propias misiones, por peligrosas que parezcan, para lograr el objetivo propuesto y labrarse su propio destino. Es el momento del juego de las sillas musicales. Ojo con perder de vista los asientos que van quedando libres. No nos olvidemos de que Rajoy y Rubalcaba están ahí y no nos extrañe que los dos sean los candidatos propuestos.

¡Ay políticos, nuestros políticos, a los que reprobamos pero sin los que no podemos vivir…! ¿Conseguirán conectar y cumplir con esta sociedad desafectada?